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lunes, 5 de diciembre de 2011

The Dresden Dolls - The Dresden Dolls


En el dos mil tres cumplí los quince años, "estudiaba" la broma llamada preparatoria y vivía en una remota ciudad llamada Puerto Escondido. Como todo lugar remoto que se precie, las alternativas de esparcimiento, y casi de cualquier tipo, eran más bien inexistentes, precisamente por ello pasaba mucho de mi tiempo leyendo. Si a ello le sumamos que el disco fue lanzado de forma independiente lo sorprendente habría sido que lo hubiera conocido en aquella época. Tuvieron que pasar varios años para que pudiera conocerlos. Seamos precisos, para que pudiera conocer su trabajo. 

Maldigo mi falta de elocuencia y la estocástica forma en que mi cerebro almacena mis recuerdos, pues aunque lo intento, me resulta imposible reconstruir lo que experimenté cuando escuché el disco por primera vez. Podría aducir cuán fascinado quedé, no obstante eso solo sería parcialmente cierto, pues con el tiempo esa primeras impresiones se han ido deslavando y las canciones han adquirido nuevos significados. El resultado es una vorágine de ideas, recuerdos y emociones difícil de ensamblar. Este es un disco que, de a poco, ha echado raíces en mis entrañas, estás se han añejado y le han dotado de un sabor más intenso.

Pese a que The Dresden Dolls ocupa un puesto bastante elevado en mi lista de grupos favoritos nunca he tenido la oportunidad de verlos en vivo. Podrán imaginarse que mi sorpresa fue grande cuando se anunció que se reunían y darían un concierto en México. Finalmente el concierto  es esta semana y en conmemoración he decidido hacer una serie de posts cabaretosos.

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