Según nos cuenta Homero en La Odisea, el canto de las sirenas era tan bello que hacía enloquecer a quien lo escucha. Probablemente lo más cercano a ello sea la voz de Elizabeth Fraser en este disco. Una obra maestra que conjuntado elementos en apariencia disimiles logra atmósferas impresionantes, una travesía al mundo de los sueños.
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